Claude Monet, Impresión: soleil levant, 1872–1873 (París, Museo Marmottan Monet). Cuadro al que debe su nombre el movimiento. |
Precedentes
John Ruskin, Importante teórico inglés del Romanticismo, defendía la impresión frente a la descripción. |
Paisajistas ingleses
En la primera mitad del siglo XIX, en pleno romanticismo, Joseph Mallord William Turner y John Constable —pintores paisajistas ingleses— sentarían las bases sobre las que más adelante trabajarían los impresionistas.
De Turner
los impresionistas tomarían su gusto por la fugacidad, sus superficies
borrosas y vaporosas y el difuminado y mezcla de amarillos y rojos
intensos. Así como la descripción de un momento visual más allá de la
descripción formal, en el que la luz y los colores dan lugar a una
«impresión» más poderosa. El máximo exponente de estas características
lo encontramos en Lluvia, vapor y velocidad (1844) National Gallery de Londres, un cuadro preimpresionista.[cita requerida] Los impresionistas eliminarán el componente sublime de la obra de Turner, propio de la pintura romántica.
Édouard Manet
Édouard Manet, Le Déjeuner sur l'Herbe (1863). Museo de Orsay. |
Édouard Manet, El bar del Folies-Bergère (1881–1882) Courtauld Institute de Londres. |
Un autor clave entre los precursores del movimiento impresionista es Édouard Manet. Dos de sus obras son esenciales en la comprensión de su influencia sobre el grupo.
En su Almuerzo sobre la hierba
Manet presenta un bodegón. Pese a que las figuras representadas son
humanas, el autor trabaja el cuadro como si fuera una naturaleza muerta.
Esto se evidencia por la ausencia de conexión de unos personajes con
otros, tres personajes van vestidos mientras que el cuarto está desnudo;
las miradas nunca se encuentran aunque haya un personaje hablando y la
disposición en primer (cesta y comida), segundo (grupo) y tercer término
(mujer en el agua) es meramente compositiva. Este trabajo influenciará a
los impresionistas en la desatención del modelo y de la narración.
Por otra parte El bar del Folies-Bergère evidenciará el deseo
de tratar los fenómenos lumínicos al introducir un espejo al fondo que
refleja toda la profundidad de la sala y las grandes lámparas de araña,
iluminación artificial que crea una luz difusa y menos directa y, por
tanto, más difícil de pintar, recordándonos a las escenas festivas de Renoir.
Corot y la escuela de Barbizon
Camille Corot, Autorretrato |
Los impresionistas habían tenido un precedente en Camille Corot y en la Escuela de Barbizon.
Corot tuvo un importante papel en la formulación del Impresionismo,
porque renunció a muchos de los recursos formales renacentistas
prefiriendo concentrar su atención en espacios más planos, más sencillos
y en superficies más luminosas. Y, aunque a diferencia de los
impresionistas nunca llegó a fragmentar la luz en sus componentes
cromáticos y siempre organizó y simplificó sus formas para conseguir una
cierta composición clásica, también usó con frecuencia una elevada
clave tonal así como, en términos generales, un frescor y una
espontaneidad nuevos en el Salón oficial.
Historia
Inicios
Millet, Les Glaneuses (1857), Museo de Orsay. |
Con anterioridad al Impresionismo, el marco artístico, era dominado por el eclecticismo, al que respondió la generación de las rupturas estilísticas, una serie de rupturas que darán personalidad propia al arte moderno.
La primera de ellas o, si se prefiere, su preámbulo, es el
Impresionismo, un movimiento, resultado de una prolongada evolución, que
coloca definitivamente al siglo XIX bajo el signo del paisaje y que busca un lenguaje nuevo basado en un naturalismo extremo.
Tiende a usar con creciente frecuencia colores puros y sin mezcla,
sobre todo los tres colores primarios y sus complementarios, y a
prescindir de negros, pardos y tonos terrosos. Aprendieron también a
manejar la pintura más libre y sueltamente, sin tratar de ocultar sus
pinceladas fragmentadas y la luz se fue convirtiendo en el gran factor
unificador de la figura y el paisaje.
Florecimiento y primera exposición
Portada del catálogo para la primera exposición impresionista (1874). |
El año 1873
marcará un giro característico del Impresionismo: el paso de la fase
preparatoria a la fase de florecimiento. Los tanteos estaban olvidados y
el trabajo adelantado. Pisarro y Monet habían hecho en Londres estudios de edificios envueltos en nieblas; Alfred Sisley, aún más vaporoso, se les había adelantado por ese camino; Renoir se hallaba, de momento, bajo la total influencia de Monet; y Edgar Degas empezaba a tratar los tutús de sus bailarinas del mismo modo que Monet o Renoir las flores del campo.
Todos los impresionistas, incluyendo a Berthe Morisot,
eran ya conscientes de formar un grupo y de tener iguales objetivos que
defender. Su primera aparición pública como tal se estaba fraguando. A
fin de pesar más a los ojos del público intentaron atraerse a otros
artistas y fundaron una Sociedad anónima de pintores, escultores y grabadores que, por fin, en 1874, logró organizar una muestra en los salones del fotógrafo Nadar.
En total participaron treinta y nueve pintores con más de ciento
sesenta y cinco obras de las que diez eran de Degas, la mayor aportación
individual del grupo, y entre las que estaba la ya legendaria Impresión: sol naciente de Monet que, burlonamente citada por un crítico, dio nombre al grupo.
La difusión
El Impresionismo se difunde en toda Europa (entre otras cosas, gracias a la facilidad y rapidez con la que se podía ejecutar una obra).
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